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Proyecto Haciendo Barrio – La Casa del Cura

La Casa del Cura es la sede del proyecto Haciendo Barrio, que aglutina a varios colectivos de la zona de Universidad, en el centro de Madrid. Su objetivo prioritario es revitalizar la identidad social y cultural de Malasaña y su entorno, facilitando el encuentro entre personas, fomentando el sentimiento de vecindad y promoviendo la participación ciudadana. La pandemia ha impuesto sus límites a estas aspiraciones, pero también ha permitido sustentar la solidaridad y otorgar nuevas alas al apoyo mutuo.

Para comprender el proyecto Haciendo Barrio, es preciso poner en contexto la pérdida de identidad que han experimentado el barrio de Universidad, entre otras zonas del centro de Madrid, durante las últimas décadas, fuertemente agravada con la llegada del nuevo siglo y por el fenómeno de la gentrificación.

Aunque Malasaña no sea un barrio desde el punto de vista administrativo, es una institución desde el punto de vista popular, una marca y un estilo de vida, tanto dentro como fuera de Madrid.

En los últimos años del siglo XX, se llevan a cabo distintas intervenciones sobre el espacio público, que pretenden mejorar las condiciones de vida y la convivencia en el barrio. Esta tendencia continúa en los primeros años del siglo XXI, produciéndose un progresivo encarecimiento de la vivienda que va expulsando a un número creciente de residentes.

Proyectos como el Plan Malasaña, el Triángulo Ballesta (TriBall) y el eje Pez-Luna dibujan un nuevo escenario. Llegan personas con mayor poder adquisitivo y florece la inversión privada, generando importantes cambios en el comercio y la hostelería.

Cuando Haciendo Barrio se presenta al concurso de cesión de la Casa del Cura, convocado por el ayuntamiento en 2018, el vecindario lleva años contemplando el deterioro de las infraestructuras, cada vez más escasas e inadecuadas.

Además, el expolio urbanístico, salvaje en los años previos a la pandemia, había intensificado el desplazamiento de habitantes hacia zonas menos prohibitivas y con más recursos, con el consecuente desmantelamiento del tejido social. Entre 2014 y 2016, numerosos edificios públicos del barrio pasan a manos privadas gracias a la excelente relación de los fondos buitre con el gobierno municipal de Ana Botella.

Paralelamente, el fenómeno hípster se extiende como la pólvora y los establecimientos tradicionales de la zona son barridos por una nueva oleada de comercios enfocados a seducir a esta clase media-alta de jóvenes, dejando en el olvido al comercio tradicional.

Esta situación, además, tiene un serio agravante: la explosión de los alquileres turísticos desatada por Airbnb, que avanzan imparables y van retirando cada vez más inmuebles del mercado residencial, complicando enormemente el precio de los alquileres, pero también afectando al precio de locales, productos y servicios.

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Portada del documento presentado por el proyecto Haciendo Barrio al concurso de cesión de la Casa del Cura.

Quienes formamos parte del proyecto Haciendo Barrio consideramos que Malasaña es y, sobre todo, tiene que ser algo más que turistas entrando y saliendo. Tras el fenómeno hípster, existen muchas personas con ganas de aportar nuevas ideas para construir un vecindario diverso y creativo.

Nos vemos impotentes para revertir el gran expolio que ha sufrido Malasaña estos últimos años, pero queremos participar en la recuperación de aquellos lugares donde aún quedan opciones. Haciendo Barrio quiere ser un símbolo de esperanza en un barrio dolido por sus carencias en dotaciones y equipamiento social.

Malasaña es un barrio con identidad propia y queremos salvaguardarla, además de generar actividades diseñadas para todas y para todos, promover una mejora constante de nuestro hábitat y fomentar la participación ciudadana.

Como instrumento para lograrlo, en 2018 constituimos la Plataforma Maravillas, que aglutina a personas y entidades sociales y hace posible que el proyecto Haciendo Barrio se presente al concurso de cesión de la Casa del Cura, convocado por el Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena, y que lo gane.

Hasta que tomamos posesión de la Casa del Cura, el barrio no disponía de espacios de y para las vecinas y los vecinos, que favoreciesen el encuentro y el intercambio intergeneracional, donde los jóvenes disfrutasen de alternativas de ocio, se promoviese la autonomía de las personas, se prestase apoyo a quien lo necesitase, se combatiese la soledad y se proporcionase continuidad a proyectos dirigidos a mejorar las condiciones afectivas, comunitarias, sociales y culturales del vecindario.

Las actividades de la Casa del Cura se gestionan de forma abierta, gratuita e inclusiva. Se dirigen a toda la población, incluidos los grupos más vulnerables y quienes dependen más del entorno para desarrollar todo su potencial, como niñas, niños y adolescentes.

Trabajamos desde la transversalidad y la interseccionalidad, ya que la Casa del Cura es un espacio en estrecha relación con los objetivos y el espíritu de nuestro trabajo contra el machismo, homofobia, la transfobia, el racismo, la xenofobia, y la aporofobia, en definitiva,  con nuestro compromiso con la justicia social y con la eliminación de prejuicios basados en la intolerancia en el barrio.

Los objetivos de Haciendo Barrio

INCENTIVAR la participación ciudadana y la cooperación. Fomentar una ciudadanía activa, tanto desde la estructura de una asociación formalmente constituida como desde grupos informales ­–grupos de interés específico, movimientos sociales espontáneos o coyunturales, redes de cuidados, personas con propuestas individuales, etc.–, que se involucre en la transformación de su entorno y en la lucha por la justicia social.

REFORZAR el tejido social y dotar a la comunidad de una infraestructura de apoyo, para que las entidades puedan desarrollar sus actividades y relacionarse con otras de su entorno, favoreciendo las sinergias en beneficio mutuo.

Las actividades de La Casa del Cura se promueven y gestionan de forma abierta, gratuita e inclusiva. Se dirigen a toda la población, prestando más atención a los colectivos y personas más vulnerables

FOMENTAR el uso compartido del espacio, creando sinergias colectivas, no solo entre los colectivos que forman parte del proyecto Haciendo Barrio, sino también las que compartan los mismos objetivos que puedan adherirse en el futuro.

ABRIR la Casa del Cura para uso y disfrute de la ciudadanía, contribuyendo a paliar las necesidades y las crecientes carencias de espacios comunitarios que experimentamos en la actualidad.

CREAR un espacio físico en el que el vecindario, los colectivos, las plataformas, las asociaciones y las redes colaborativas puedan tener una sede estable para reunirse y almacenar sus materiales, que sirva de punto de encuentro para desarrollar actividades y prestar servicio a la población.

OFRECER al vecindario distintos espacios comunitarios para que se sienta libre de proponer y pueda llevar a cabo talleres, charlas, reuniones, exposiciones y otras iniciativas, y donde las personas que habitan el barrio puedan disfrutarlas.

DESARROLLAR modelos de proximidad que faciliten el acceso a la cultura de las vecinas y los vecinos, entendiendo esta como mecanismo de innovación, vertebración y cohesión social.

REALIZAR actividades de interés general que promuevan valores integradores, sostenibles, solidarios e inclusivos, sin olvidar a los segmentos de la población más perjudicados por la falta de espacios en el barrio, fundamentalmente niñas, niños, adolescentes y personas mayores.

IMPLEMENTAR actuaciones, servicios y programaciones que tengan especial interés para la ciudadanía y que favorezcan el aprendizaje de la comunidad.

IMPULSAR la integración del cuidado del medioambiente y los criterios de sostenibilidad en la vida cotidiana y en el contexto urbano, a través de grupos de consumo de alimentos ecológicos y de proximidad, de la creación de huertos urbanos,

FORTALECER el conocimiento de alternativas de consumo sostenible, responsable y consciente, facilitando el desarrollo de la economía circular, la reutilización y el uso compartido de recursos, además de apoyar iniciativas innovadoras en este campo.

ADOPTAR mecanismos de mejora continua que permitan identificar y corregir efectos discriminatorios en el funcionamiento y las actividades del espacio.

APLICAR las perspectiva de género e interseccionalidad a todas las actividades.

SER un punto de referencia abierto a las personas que habitan el barrio para encontrarnos y participar, colaborar y conocernos, de modo que La Casa del Cura actúe como catalizador de las iniciativas vecinales.

CONTRIBUIR a la conservación de la identidad del barrio, potenciar su tejido social, fomentar la integración y hacer accesible la cultura, en sus distintas dimensiones, a la población, con especial atención a las personas más vulnerables.

PRESTAR atención a las distintas necesidades derivadas de la diversidad humana y cultural del barrio, con especial foco en las personas en riesgo de exclusión social.

PROMOVER en todo momento la igualdad, la justicia social, el respeto a la diferencia y la armonía entre distintas condiciones, estilos de vida y puntos de vista, entendida como única vía para consolidar la convivencia.

Experimentamos con nuevas formas de gestión para dejar de ser meros sujetos pasivos en nuestro entorno, desarrollándonos como parte activa, con capacidad transformadora

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Proyecto

Haciendo Barrio

La Casa del Cura

La Casa del Cura es la sede del proyecto Haciendo Barrio, que aglutina a varios colectivos de la zona de Universidad, en el centro de Madrid. Su objetivo prioritario es revitalizar la identidad social y cultural de Malasaña y su entorno, facilitando el encuentro entre personas, fomentando el sentimiento de vecindad y promoviendo la participación ciudadana. La pandemia ha impuesto sus límites a estas aspiraciones, pero también ha permitido sustentar la solidaridad y otorgar nuevas alas al apoyo mutuo.

Para comprender el proyecto Haciendo Barrio, es preciso poner en contexto la pérdida de identidad que han experimentado el barrio de Universidad, entre otras zonas del centro de Madrid, durante las últimas décadas, fuertemente agravada con la llegada del nuevo siglo y por el fenómeno de la gentrificación.

Aunque Malasaña no sea un barrio desde el punto de vista administrativo, es una institución desde el punto de vista popular, una marca y un estilo de vida, tanto dentro como fuera de Madrid.

En los últimos años del siglo XX, se llevan a cabo distintas intervenciones sobre el espacio público, que pretenden mejorar las condiciones de vida y la convivencia en el barrio. Esta tendencia continúa en los primeros años del siglo XXI, produciéndose un progresivo encarecimiento de la vivienda que va expulsando a un número creciente de residentes.

Proyectos como el Plan Malasaña, el Triángulo Ballesta (TriBall) y el eje Pez-Luna dibujan un nuevo escenario. Llegan personas con mayor poder adquisitivo y florece la inversión privada, generando importantes cambios en el comercio y la hostelería.

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Cuando Haciendo Barrio se presenta al concurso de cesión de la Casa del Cura, convocado por el ayuntamiento en 2018, el vecindario lleva años contemplando el deterioro de las infraestructuras, cada vez más escasas e inadecuadas.

Además, el expolio urbanístico, salvaje en los años previos a la pandemia, había intensificado el desplazamiento de habitantes hacia zonas menos prohibitivas y con más recursos, con el consecuente desmantelamiento del tejido social. Entre 2014 y 2016, numerosos edificios públicos del barrio pasan a manos privadas gracias a la excelente relación de los fondos buitre con el gobierno municipal de Ana Botella.

Paralelamente, el fenómeno hípster se extiende como la pólvora y los establecimientos tradicionales de la zona son barridos por una nueva oleada de comercios enfocados a seducir a esta clase media-alta de jóvenes, dejando en el olvido al comercio tradicional.

Esta situación, además, tiene un serio agravante: la explosión de los alquileres turísticos desatada por Airbnb, que avanzan imparables y van retirando cada vez más inmuebles del mercado residencial, complicando enormemente el precio de los alquileres, pero también afectando al precio de locales, productos y servicios.

Quienes formamos parte del proyecto Haciendo Barrio consideramos que Malasaña es y, sobre todo, tiene que ser algo más que turistas entrando y saliendo. Tras el fenómeno hípster, existen muchas personas con ganas de aportar nuevas ideas para construir un vecindario diverso y creativo.

Nos vemos impotentes para revertir el gran expolio que ha sufrido Malasaña estos últimos años, pero queremos participar en la recuperación de aquellos lugares donde aún quedan opciones. Haciendo Barrio quiere ser un símbolo de esperanza en un barrio dolido por sus carencias en dotaciones y equipamiento social.

Malasaña es un barrio con identidad propia y queremos salvaguardarla, además de generar actividades diseñadas para todas y para todos, promover una mejora constante de nuestro hábitat y fomentar la participación ciudadana.

Como instrumento para lograrlo, en 2018 constituimos la Plataforma Maravillas, que aglutina a personas y entidades sociales y hace posible que el proyecto Haciendo Barrio se presente al concurso de cesión de la Casa del Cura, convocado por el Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena, y que lo gane.

Hasta que tomamos posesión de la Casa del Cura, el barrio no disponía de espacios de y para las vecinas y los vecinos, que favoreciesen el encuentro y el intercambio intergeneracional, donde los jóvenes disfrutasen de alternativas de ocio, se promoviese la autonomía de las personas, se prestase apoyo a quien lo necesitase, se combatiese la soledad y se proporcionase continuidad a proyectos dirigidos a mejorar las condiciones afectivas, comunitarias, sociales y culturales del vecindario.

Las actividades de La Casa del Cura se promueven y gestionan de forma abierta, gratuita e inclusiva. Se dirigen a toda la población, prestando más atención a los colectivos y personas más vulnerables

Las actividades de la Casa del Cura se gestionan de forma abierta, gratuita e inclusiva. Se dirigen a toda la población, incluidos los grupos más vulnerables y quienes dependen más del entorno para desarrollar todo su potencial, como niñas, niños y adolescentes.

Trabajamos desde la transversalidad y la interseccionalidad, ya que la Casa del Cura es un espacio en estrecha relación con los objetivos y el espíritu de nuestro trabajo contra el machismo, homofobia, la transfobia, el racismo, la xenofobia, y la aporofobia, en definitiva,  con nuestro compromiso con la justicia social y con la eliminación de prejuicios basados en la intolerancia en el barrio.

Los objetivos de Haciendo Barrio

INCENTIVAR la participación ciudadana y la cooperación. Fomentar una ciudadanía activa, tanto desde la estructura de una asociación formalmente constituida como desde grupos informales ­–grupos de interés específico, movimientos sociales espontáneos o coyunturales, redes de cuidados, personas con propuestas individuales, etc.–, que se involucre en la transformación de su entorno y en la lucha por la justicia social.

REFORZAR el tejido social y dotar a la comunidad de una infraestructura de apoyo, para que las entidades puedan desarrollar sus actividades y relacionarse con otras de su entorno, favoreciendo las sinergias en beneficio mutuo.

FOMENTAR el uso compartido del espacio, creando sinergias colectivas, no solo entre los colectivos que forman parte del proyecto Haciendo Barrio, sino también las que compartan los mismos objetivos que puedan adherirse en el futuro.

ABRIR la Casa del Cura para uso y disfrute de la ciudadanía, contribuyendo a paliar las necesidades y las crecientes carencias de espacios comunitarios que experimentamos en la actualidad.

CREAR un espacio físico en el que el vecindario, los colectivos, las plataformas, las asociaciones y las redes colaborativas puedan tener una sede estable para reunirse y almacenar sus materiales, que sirva de punto de encuentro para desarrollar actividades y prestar servicio a la población.

OFRECER al vecindario distintos espacios comunitarios para que se sienta libre de proponer y pueda llevar a cabo talleres, charlas, reuniones, exposiciones y otras iniciativas, y donde las personas que habitan el barrio puedan disfrutarlas.

DESARROLLAR modelos de proximidad que faciliten el acceso a la cultura de las vecinas y los vecinos, entendiendo esta como mecanismo de innovación, vertebración y cohesión social.

REALIZAR actividades de interés general que promuevan valores integradores, sostenibles, solidarios e inclusivos, sin olvidar a los segmentos de la población más perjudicados por la falta de espacios en el barrio, fundamentalmente niñas, niños, adolescentes y personas mayores.

IMPLEMENTAR actuaciones, servicios y programaciones que tengan especial interés para la ciudadanía y que favorezcan el aprendizaje de la comunidad.

IMPULSAR la integración del cuidado del medioambiente y los criterios de sostenibilidad en la vida cotidiana y en el contexto urbano, a través de grupos de consumo de alimentos ecológicos y de proximidad, de la creación de huertos urbanos,

Experimentamos con nuevas formas de gestión para dejar de ser meros sujetos pasivos en nuestro entorno, desarrollándonos como parte activa, con capacidad transformadora

FORTALECER el conocimiento de alternativas de consumo sostenible, responsable y consciente, facilitando el desarrollo de la economía circular, la reutilización y el uso compartido de recursos, además de apoyar iniciativas innovadoras en este campo.

ADOPTAR mecanismos de mejora continua que permitan identificar y corregir efectos discriminatorios en el funcionamiento y las actividades del espacio.

APLICAR las perspectiva de género e interseccionalidad a todas las actividades.

SER un punto de referencia abierto a las personas que habitan el barrio para encontrarnos y participar, colaborar y conocernos, de modo que La Casa del Cura actúe como catalizador de las iniciativas vecinales.

CONTRIBUIR a la conservación de la identidad del barrio, potenciar su tejido social, fomentar la integración y hacer accesible la cultura, en sus distintas dimensiones, a la población, con especial atención a las personas más vulnerables.

PRESTAR atención a las distintas necesidades derivadas de la diversidad humana y cultural del barrio, con especial foco en las personas en riesgo de exclusión social.

PROMOVER en todo momento la igualdad, la justicia social, el respeto a la diferencia y la armonía entre distintas condiciones, estilos de vida y puntos de vista, entendida como única vía para consolidar la convivencia.